jueves, 7 de junio de 2012







Esta mañana me levante a las 6.30. Como no tengo baño en mi super chozo, me voy por el bosque de alrededor para atender la llamada del intestino. A falta de spray antiosos, me llevo el de protección solar, y el antimosquitos. Y al perro de Don como guardaespaldas. El que escribió el folleto ese de información, debía ser un vacilón. Eso de que si el oso es morenito, le arree con un palo en los hocicos....supongo que lo único que conseguiría es cabrearle lo suficiente para que me meta el palo por el culo y me coma como una banderilla. Volviendo por el camino a la casa, lo que si ne encuentro plantado en la mitad del camino, es un rotwailer enorme. Me quedo absolutamente quieto, mientras el chucho de Don quiere jugar con el, pero la cosa es que el monstruo ese solo me mira a mi, sin ladrar. Inmóvil. Y a este, que le aplico? El spray protección 50 extrem resistente al agua? El antimosquitos? Con este esta claro que tampoco quiero desencadenar una persecución, y lo de prepararme a luchar con un palito, si eso lo dejo. Creo que me voy a estar acordando todo el viaje del que escribio el panfleto de precauciones. Sale la dueña, y me dice sonriente que no hace nada, o algo así, el medio castañeteo de dientes que tengo, me impide contestarle, y solo le sonrio. Esto es paradisiaco, de veras. Pero la cosa es que en Castilla, para ir a cagar a un pinar no hay que hacer tanta parafernalia, y hay menos sobresaltos

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